El viernes 9 de junio, a las 19,30 horas en la Fuente de las Batallas, salimos a la calle a defender a los espacios okupados: ¡El CSOA La Redonda y la B.S. Libre Albedrío se quedan!
Granada, la ciudad que parece lo que no es. Un referente
cultural que
prohíbe, limita y censura el arte en sus calles, una
ciudad de alternativas
pero represaliadas y reprimidas.
Nos parece increíble, pero está pasando: Granada se queda
sin espacios
liberados. Todos han ido cayendo, tocados y/o hundidos;
el poder ha ido
poniendo en su punto de mira todo atisbo de fuerza, lo
que demuestra que
la okupación y los movimientos sociales siguen vivos.
Estamos en un
momento clave, los desalojos y la represión van
intensificándose, dejándonos
acorraladas.
Evidentemente esto no solo está pasando en esta Granada
represora, sino
que se vienen dando en todo el Estado. Aquí en Granada,
les ha tocado el
turno al CSOA La Redonda y a la Biblioteca Social Libre
Albedrío.
¿Por qué la okupación? La okupación nos
brinda la herramienta
que necesitamos los movimientos sociales, también
significa arrancar de
las garras de los que tienen tanto (bancos,
inmobiliarias, especuladores...)
que dejan espacios vacíos y abandonados; significa
rehabilitarlos,
habitarlos, llenarlos de vida y devolverlos al barrio.
Pero esto es sólo la punta del iceberg de lo que se
consigue con la okupación.
Porque además en ellos se gestan y coordinan los
movimientos
sociales, tan necesarios en este clima de liberalísmo
económico mezclado
con un ya rancio fascismo, dando lugar a este guiso de
dicotomía económica
(pobres muy pobres y ricos muy señoritos y muy
terratenientes),
represión y visiones sesgadas de lo que somos, nos
reducen a masa pero
somos todo corazón en este mundillo donde los
sentimientos emociones
están mal vistos y censurados, somos alegría a pesar de
la adversidad y
necesitamos espacio para existir y resistir.
Además de la organización política en estos espacios
podemos conocernos,
juntarnos, podemos aprender y enseñar, podemos buscar
alternativas
a la dependencia, emancipándonos con la autogestión,
podemos practicar
la solidaridad y la sororidad. Bajo un modelo
socioeconómico y de ciudad
que reprime nuestras vidas y cuerpos, creamos espacios de
resistencia y
tejemos redes de apoyo.
Una vez más entre lo legítimo y legal elegimos la
desobediencia, porque
lo justo para el poder, no es lo justo para las personas.
Ponemos en entredicho
la propiedad porque creemos y creamos espacios vivos
frente a
espacios vacíos. Apostamos por la vida y los sueños
frente a la especulación
y la pobreza. Aquellos espacios vacíos y en ruina que se
acumulaban
en sus manos ahora están llenos de actividades.
La Redonda y La Libre Albedrío, un centro social con
décadas de existencia
y una biblioteca social con 5 años de funcionamiento
donde se ha dado
voz y difusión a todo un elenco contracultural son
espacios necesarios.
Por eso, ¡¡La Redonda y La Libre Albedrío se quedan!!
Seguimos resistiendo con alegría.
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